Frittata de spaghetti, la doble vida de las sobras
Un gran clásico de la cocina tradicional napolitana, la frittata di spaghetti es la metamorfosis del clásico plato de spaghetti al pomodoro, que se recicla disfrazándose de tortilla: alta, crujiente por fuera y jugosa dentro. Se puede comer caliente, recién sacada de la sartén, pero también fría, ideal para un picnic al ser fácil de trasportar.
Es un plato radiante, como la cultura popular napolitana, fruto de la creatividad de un pueblo que desde siempre ha tenido que ingeniárselas para sobrevivir como podía con lo poco que tenía. Los restos de pasta se recuperaban simplemente churruscándolos en una sartén bien caliente para volver a darles vida y un toque de chispa. Los más ricos añadían a la pasta ingredientes proteicos, como huevos y queso, haciendo que este plato de “segunda mano” se convirtiera en una verdadera delicia.
Aunque es muy fácil de preparar hay que saber unos pequeños trucos.
Aquí va la receta.
Ingredientes para 4 personas
- 250 gr di spaghetti
- 350 gr de tomates pelados en conserva
- 3 huevos
- 50 gr de parmigiano o pecorino (queso de oveja curado) rallado
- 50 gr de queso de masa hilada tipo provola, cortado en daditos.
- Aceite de oliva extra virgen
- 1 diente de ajo y/o una rodaja de cebolla, según el gusto
Preparación
Se prepara primero la salsa de tomate. Se calienta en una sartén un chorrito de aceite de oliva extra virgen con un diente de ajo y/o una rodaja de cebolla y antes de que cojan color, echar el tomate en conserva. Sofreír lentamente hasta que la salsa este concentrada.
Mientras tanto se cuecen los spaghetti, escurriéndolos a mitad de la cocción. Mezclarlos con la salsa de tomate y dejar enfriar.
Batir los huevos en un cuenco, agregar el queso rallado y añadir la mezcla a los spaghetti con la salsa de tomate. Echar al final los daditos de queso y mezclar suavemente para integrar todos los ingredientes. Si uno quiere es posible añadir también trocitos de embutidos o de sobra de carne, siempre considerando que la pasta tiene que ser la protagonista del plato, no el aliño.
En una sartén de tamaño medio echar 3 cucharadas de aceite de oliva extra virgen y cuando esté bien caliente verter la mezcla de pasta, huevo y queso. Bajar enseguida el fuego para que la frittata se cueza lentamente y se cree una costra crujiente, pero sin quemarse. El truco es mantener el fuego bajo y colocar la sartén de forma que éste sólo llegue al su borde externo, desplazándola cada poco tiempo en sentido horario para que la parte externa de la frittata vaya quedando crujiente.
Cuando esté lista por un lado hay que darle la vuelta ayudándose de un plato (como con una tortilla de patata) y cocerla con el mismo sistema por el otro lado. Se tardará en total unos 40 minutos, y es verdad que se necesita un poco de paciencia, pero vale la pena.
Buon appetito!